Estudiantes de la UPN se solidarizan con las justas luchas de los pueblos indigenas del Cauca.

A pesar de la fuerte represión hacia el movimiento social, seguiremos recordando, resistiendo y luchando en las aulas y las calles.

“No es en la resignación en la que nos afirmamos, sino en la rebeldía frente a las injusticias”

Paulo Freire

Con preocupación hemos visto como la policía nacional ha venido arremetiendo indiscriminadamente contra los pueblos indígenas que habitan las tierras del Cauca. 2 muertos y más de 50 heridos ha sido la respuesta del gobierno a las justas demandas de las comunidades ancestrales quienes han venido ocupando los predios que históricamente les han sido usurpados por las multinacionales y los terratenientes con ayuda de las leyes burguesas y los grupos paramilitares.

Sin embargo, este no es un caso aislado de represión ya que el movimiento social ha venido siendo victima de una fuerte persecución y estigmatización por parte de las fuerzas oscuras del estado colombiano encabezadas por el escuadrón de la muerte (esmad) y las mal llamadas bandas criminales que hacen presencia a lo largo y ancho del país.

Ejemplo de ello, es el asesinato del compañero Carlos Alberto Pedraza, las amenazas constantes contra los movimientos políticos y sociales, la detención indiscriminada de estudiantes e intelectuales por su forma de pensar y actuar y la impunidad que reina en las atrocidades perpetradas por la policía en el control a las protestas realizadas en universidades, campos y barriadas.

Lo anterior, nos hace pensar que se hace casi imposible hablar de paz en medio de la guerra que ha declarado el gobierno y el capital nacional y transnacional contra el pensamiento crítico y disidente que se ha venido oponiendo a las políticas lesivas que perpetuán la desigualdad, el hambre, la muerte y la miseria en el territorio colombiano.

Ante este panorama desolador, hacemos un fuerte llamado a los estudiantes, profesores y trabajadores de la Universidad Pedagógica Nacional a ejercer actividades de solidaridad no solo en apoyo a nuestros hermanos indígenas sino también en contra de la brutalidad policial y paramilitar que sigue en la tarea de acabar con nuestros sueños de ver otros mundos posibles.

¡Mientras no haya garantías para ejercer actividades políticas, nos veremos nuevamente en los debates y las movilizaciones! ¡La paz no son discursos, son acciones! ¡A estudiar para luchar, a luchar para estudiar!