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Carta Abierta a Ignacio Mantilla - ASPU UN


Bogotá, 1 de mayo 2015

Nuevas preguntas al profesor Ignacio Mantilla

Carta Abierta

Derecho de Petición

De ASPU-UN:

Asociación Sindical del Profesorado - Universidad Nacional de Colombia

Profesor Mantilla

Asumió usted este 30 de abril de 2015 por segunda vez el cargo de rector de la Universidad Nacional de Colombia. Lo hace en medio de una aguda crisis y una creciente anormalidad académica y administrativa, con el edificio de la rectoría tomado por trabajadores, profesores y estudiantes que piden de usted les atienda. Su respuesta fue ordenar a los administrativos desalojar los edificios. La crisis se agrava con su actitud y su negativa al diálogo directo para resolver las demandas de los trabajadores asociados en el Comité Pro-Mejora Salarial. Su rectoría firmó con ellos un Acuerdo en septiembre de 2013. Ellos alegan que usted les incumplió. Aunque uno de los puntos del Acuerdo dice que ante cualquier diferencia las partes acudirán al diálogo, usted durante más de un año se ha negado. Para buscar el diálogo, los trabajadores, de nuevo, están movilizados. Hoy, profesor Mantilla, en medio de su silencio y su aparente inacción, crecen los rumores y circulan nuevos documentos de manejos administrativos que exigen una explicación y una rendición clara de cuentas de su parte. Son rumores y evidencias que no solo agravan la situación, también podrían afectar de modo muy triste el prestigio y la imagen pública de nuestra universidad. Por ello le enviamos este nuevo cuestionario, acogiéndonos al derecho de petición, para que usted -con los respectivos documentos oficiales- nos responda y le responda a la comunidad universitaria y al país, que siente y quiere a la Universidad Nacional de Colombia como la primera y la más importante.

1. Nos inquieta, en primer lugar, conocer los motivos por los que usted insiste en no dialogar directamente con los trabajadores organizados en el Comité Pro-Mejora Salarial. El señor Vicerrector Bula en su comunicación del 30 de abril pareciera -de nuevo- desconocer el Acuerdo que su rectoría suscribió con este Comité de trabajadores de la UN, al afirmar que “los puntos específicos que han dado origen a la anormalidad académica y administrativa se encuentran en los Pliegos entregados el pasado mes de febrero, éstos serán abordados en la Mesa Única de Negociación”. Pero es sobre el cumplimiento del Acuerdo firmado en septiembre de 2013 que los trabajadores reclaman. ¿Por qué se niega a dialogar y desconoce hoy a los trabajadores con los que firmó su Administración dicho Acuerdo? También nos asombra la circular 3 del Vicerrector Bula en la que le ordena a los profesores en cargos directivos hacer firmar cada dos horas un formato de asistencia a los empleados administrativos a su cargo. Esto, además de perturbar las actividades de los profesores, podría agravar aún más la situación.

2. Profesor Mantilla, en la página del Coloquio Profesoral (alojada en la web de la Universidad Nacional -www.unal.edu.co-) respondió usted parcialmente a nuestras preguntas por los aumentos salariales recibidos por usted y los profesores en altos cargos directivos, ejecutivos y asesores, dice usted:

“El rector de la Universidad Nacional no tiene competencia para decretar aumentos salariales. Como producto del estudio y ajuste de Senda Salarial, realizado con el Departamento Nacional de la Función Pública, en 2014 hubo un incremento para los cargos administrativos, según nivel, así: Directivo: 8.8% Asesor: 14.3% Ejecutivo: 22.5% Profesional: 16.0% Técnico: 28.9% Asistencial: 28.5%”

Profesor Mantilla, es verdad que usted como rector no tiene competencia para decretar aumentos salariales. Pero, en esta respuesta suya reconoce la participación de su Administración en la decisión de subirle el salario a los profesores en los cargos directivos y ejecutivos y a los asesores, al decir que ella fue "producto del estudio de Senda Salarial realizado con el Departamento Nacional de la Función Pública." Al usar la preposición con ¿no quiere acaso decir que su Administración sí participó en esa decisión? ¿Con quién de su Administración formuló el Departamento Nacional de la Función Pública esa decisión? Profesor Mantilla, ante su respuesta, se puede también preguntar: al verse usted incluido en la subida de salarios junto con sus directivos, ejecutivos y asesores ¿por qué no objetó usted esa Senda Salarial? ¿Como rector, no debió usted -y debería aún- objetar esa subida de su salario y el de sus más altos dignatarios y colaboradores, por ser -al menos- inequitativa, pues no incluye a todo el profesorado y podría verse como un aprovechamiento suyo de la oportunidad abierta por la lucha de los trabajadores? ¿Era su obligación dejar que se aplicase sin más, como si fuera una inevitable fatalidad, la llamada Senda Salarial?

3. Profesor Mantilla, ¿con su respuesta nos confirma entonces que usted sí recibió un aumento de $1.094.719.oo; que su secretaria general y sus vicerrectores recibieron sendos aumentos de $812.899.oo; que los profesores que trabajan para su rectoría en cargos ejecutivos, recibieron aumentos hasta de $1.514.397.oo?

4. Se dice que el aumento a su salario, a sus altos directivos, ejecutivos y asesores suma varios miles de millones de pesos al año. ¿A cuánto en verdad asciende esa suma? Si la universidad está en crisis ¿de dónde salieron los recursos para hacerlo? Hemos escuchado que ese aumento se hizo con buena parte de la adición presupuestal que recibió la universidad para resolver el conflicto con los trabajadores organizados en el Comité Pro-Mejora Salarial.

5. Profesores y profesoras de la Universidad Nacional de Colombia llevamos varios años reclamando se nos devuelva la bonificación salarial que nos fue injustamente quitada durante el gobierno del presidente Uribe Vélez. Las dos últimas negativas han sido de su administración. Aducen usted y su vicerrector que la UN está en crisis. Así como obtuvo recursos para aumentarse su salario y el de sus más altos dignatarios y asesores ¿le devolverá usted al profesorado de la Universidad Nacional la bonificación que llevamos varios años reclamando?

6. Es de público conocimiento la muy grave situación financiera de la Universidad Nacional de Colombia, que, a causa de la progresiva desinversión del Estado, acumula hoy un déficit de muchos miles de millones de pesos. La gravedad de esta situación exigiría una conducta austera. Por ello, los siguientes supuestos gastos de su administración, han de asombrar -y aún indignar- a la comunidad y al país, de ser ciertos. Se dice:

a. Que el costo de la reconstrucción de los andenes de una parte del anillo vial de la sede de Bogotá fue de más de cinco mil millones de pesos. ¿Es cierto esto? ¿A cuánto en realidad ascendió este gasto? ¿Por qué su Administración decide hacer andenes antes que reparar los edificios del campus que amenazan ruina?

b. Que la inversión para la construcción del nuevo edificio de la Facultad de Enfermería ha sobrepasado con creces el valor originalmente presupuestado así como rebasado los tiempos estimados. ¿A cuánto en verdad asciende en la actualidad esa inversión? ¿Cuál fue el presupuesto original? ¿Cuánto el tiempo estimado? Y si es verdad lo que se afirma ¿por qué los sobrecostos y el retardo?

c. Se dice también que en marzo del año pasado la UN pagó $20.244.590.oo para agasajar a varios rectores latinoamericanos. De ser esto cierto, podría, por favor, informarnos -con los respectivos documentos oficiales- ¿quiénes eran las personas y dignatarios académicos que participaron en ese agasajo y quién autorizó recursos de la UN para sufragar esos gastos?

d. Se dice que durante los tres años que ha ejercido como rector de la Universidad Nacional de Colombia, usted ha recibido viáticos y pasajes por $159.313.187.oo. ¿Es ello cierto?

e. Que para escoltarle a usted en sus viajes a diversas ciudades de nuestro país, sus escoltas recibieron viáticos y pasajes por $22.650.260.oo. ¿No podría usted solicitar al Ministerio del Interior o la autoridad pertinente protección policial en las ciudades a las que viaja?

e. Hemos visto copias de órdenes que autorizan la compra para sus escoltas de cuatro armas y munición por valor de $22.147.437.oo. ¿Es ellos cierto? Y de serlo, ¿no podría acaso solicitar usted estas armas a las autoridades a quienes les compete la protección de los dignatarios del Estado?

f. Se dice que en estos mismos tres años de su rectoría, su directora de Relaciones Internacionales, Catalina Arévalo, ha recibido viáticos y pasajes por valor de $233.580.495.oo. Y su vicerrector académico, profesor Juan Manuel Tejeiro, ha gastado en viajes y viáticos $157.100.105.oo. ¿Es ello cierto?

g. En caso de ser cierto todo o parte de esto le solicitamos explicar a la comunidad universitaria, con los respectivos documentos oficiales, la necesidad académica de esas comisiones y cómo y quién autoriza esos gastos.

h. Hemos sabido que el avalúo catastral de los terrenos y edificios de la sede de la Universidad Nacional en el CAN (calle 44 y carrera 59) bajó de $122.437'137.000.oo en el 2014 a $86.108'618.000.oo en el 2015. Eso significa que el avalúo catastral de los predios de la UN en el CAN se devaluaron en $36.328'519.000.oo. ¿Ha preguntado su Administración al Catastro Distrital las razones de esta devaluación? ¿No constituye esta devaluación catastral un detrimento gravísimo del patrimonio de la UN? Un poco más de la mitad de esta devaluación recayó sobre el predio del Hospital Universitario Fase I, sentido proyecto en el que la UN ha invertido miles de millones. ¿Es cierto esto? De serlo y sabiendo de los apetitos del capital financiero por esos terrenos ¿por qué no se ha hecho público?

7. Profesor Mantilla, tenemos la certeza de que sabrá usted interpretar del mejor modo nuestras demandas. Por la dignidad de su cargo como rector de la Universidad Nacional de Colombia, la más importante de nuestro país es necesario que su administración rinda cuentas ante la comunidad que usted rige. Y ojalá con la prontitud que reclama la gravedad de las preguntas que le hacemos en este derecho de petición. Le reiteramos que nos asiste la determinación de salvaguardar la dignidad y la transparencia que ha caracterizado a la Universidad Nacional de Colombia durante su vida centenaria. Y en este momento histórico, en que la paz y la reconciliación se avizoran posibles, la dignidad y la transparencia de la Universidad Nacional son bienes éticos primordiales para la tarea que le espera a nuestra Universidad en la reconstrucción del país.

Junta Directiva ASPU-Universidad Nacional de Colombia


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