Salgar: no hay tragedias naturales…
Con sentido de solidaridad y respeto por el dolor de la gente de este municipio antioqueño, asolado por una creciente de la quebrada La Liboriana que ha dejado un alto número de víctimas humanas e incalculables daños materiales, sociales y culturales, es necesario hacerse una serie de preguntas acerca de cómo se informa y da cuenta de la atención y prevención de desastres y cómo se construye una explicación de la tragedia, en la que según los medios de información nacionales, nadie tuvo la culpa, o tal vez, dicen socarrónamente, la gente es la culpable, porque de manera imprudente construyó sus viviendas en las márgenes de quebradas y ríos.
Salgar es un municipio cafetero del suroeste antioqueño, de casi 20 mil habitantes, que viene sufriendo una transformación social y económica impulsada por la minería, ante la cual son centenares de pobladores, de este municipio y otros cercanos, los que se resisten. En la década de 1990 además del proceso de cambio en su vocación agrícola, se dio una inusitada concentración de la tierra paralela al control paramilitar liderado por el tristemente célebre “doble cero”, cuyas arremetidas despojaron de tierras a humildes labriegos que huyeron aterrorizados. Algunos empezaron a construir viviendas informales en las márgenes de la quebrada La Liboriana en la cabecera municipal.
El crecimiento de población despojada y viviendo en condiciones de vulnerabilidad, no pasaron desapercibidos. Hoy los investigadores dan cuenta que la quebrada La Liboriana, nace a 3.000 metros de altura, en los farallones del Citará, en una región de altas precipitaciones. El lunes 18 de mayo la cuenca recibió una cantidad de agua equivalente a 30 días de aguaceros.
Pero no es la primera vez que ocurren este tipo de tragedias. En la década de 1960 se registró una avalancha y los sismos por estar asentado en la falla geológica de Romeral, son una constante en la historia geológica. Estas condiciones no han sido desconocidas ni por los habitantes, ni por las autoridades locales y menos por el gobierno departamental y nacional.
El Plan de Desarrollo 2012-2015, de la alcaldesa del partido del presidente Santos, Olga Osorio, cuyo lema es: ¡Salgar... con responsabilidad! Plantea que “Las riberas de la quebrada La Liboriana y de los ríos Barroso y San Juan donde hay asentamientos humanos configuran, igualmente, zonas de riesgo por movimientos en masa (deslizamientos, caída de rocas, desplomes, socavación lateral y avenidas torrenciales) que afectan, de manera adversa, el bienestar de las poblaciones”. Además en el Plan Municipal de Gestión del Riesgo de desastres en Salgar, se reconoce que la reciente actividad minera conlleva escenarios de riesgo por acumulación de escombros.
No habría que descartar por tanto el papel de la minería y sus efectos ambientales es este tipo de tragedias, pero solo una investigación completa podría arrojar luces al respecto.
En 2014 el OCAD de Salgar (Órgano colegiado de Administración y Decisión) aprobó un proyecto de prevención de riesgo en el barrio La Habana, por valor de 128 millones de pesos.
Esto da cuenta en parte de cómo es asumida la política de prevención de riesgos para poblaciones vulnerables, en diferentes niveles y escalas del estado colombiano. Cuando ocurren las tragedias se suele decir: “la fuerza de la naturaleza es incontrolable” o “la culpa es de los pobres que construyen en zonas peligrosas para sus vidas”. Ni lo uno, ni lo otro, hay más asuntos implicados.
Enlaces:
http://salgar-antioquia.gov.co/apc-aa-files/32373762643634663436653161653634/plan-municipal-de-gestin-del-riesgo-de-desastres-salgar_final.pdf
http://salgar-antioquia.gov.co/apc-aa-files/534752435f524547414c4941535f3034/acta-7-ocad-aprob-construccin-muros.pdf
http://www.elpais.com.co/elpais/colombia/noticias/tragedia-salgar-fue-advertida-plan-desarrollo-pero-hizo-nada
