Declaración del PCC: ¡Cese bilateral al fuego, ya!
La gran movilización por la paz del 9 de abril pasado, Día de las Víctimas, levantó como bandera principal la consigna de cese al fuego bilateral ya. Transcurría entonces el cese unilateral indefinido decretado por las FARC-EP y la suspensión de bombardeos por un mes de parte del Gobierno, se observaban en todo el territorio nacional los efectos positivos de distensión y crecían las esperanzas de un desescalamiento real de la guerra en correspondencia con los avances relativos pero constantes en los diálogos de La Habana.
Hoy la situación ha dado un viraje peligroso. La derecha, los medios masivos manipuladores de la “opinión pública” y los guerreristas alegan el supuesto “cansancio de la sociedad” con el proceso de paz y piden su terminación abrupta. El Gobierno ha optado por la vía de “intensificar la guerra para alcanzar la paz”, lo que significa el timonazo hacia la solución militar, con lo que nuevamente la población civil sufre los efectos de los teatros de guerra, desembarcos masivos de tropa, bombardeos en gran escala como el caso de Guapi y Argelia en el Cauca, entre muchos otros.
Es el cuadro que Pinzón le entrega de herencia al nuevo ministro de Defensa Luis Carlos Villegas. Santos, Pinzón, Uribe, el procurador y el Comando Sur coinciden en que hay que forzar situaciones y lograr “la paz a las buenas o a las malas”.
A Santos se le olvida que hace un año logró su reelección con un mandato muy preciso de paz por la vía del diálogo gracias al voto de la izquierda. El Gobierno no puede echar a un lado y traicionar ese mandato. Lo exigen los votantes, los países garantes, los voceros de la ONU, el Foro por la Paz de Montevideo, la opinión internacional y todos los convencidos de que un mejor país en paz es posible. Quienes piensan en poner fin a la Mesa de Diálogo aspiran realmente a un golpe de estado contra el compromiso constitucional de la paz ratificado en las urnas. El Establecimiento debe entender que no va a doblegar en unos meses lo que no logró hacer en sesenta años. La paz y el diálogo tiene sus tiempos. La solución es política y no militar.
Es justo el deseo de que los acuerdos lleguen lo más pronto. Pero el procedimiento cruento del diálogo en medio de la guerra problematiza la exigencia de límites de tiempo para la finalización del conflicto, cuando las fuerzas del poder actual titubean entre la camisa de fuerza de las llamadas “líneas rojas” y las condiciones indispensables para dar salida a los principales temas de la agenda de la mesa.
Las hostilidades pueden cesar. La victimización ciudadana puede terminar. El paso decisivo es el cese al fuego bilateral sin que tengan que haber concluido aún el diálogo y los acuerdos. No hay que poner fechas ni plazos traicioneros.
Los comunistas llamamos a defender el proceso y la Mesa de Diálogo, a respetar los logros alcanzados, a proseguir la búsqueda de acuerdos, a proteger y acompañar a las comunidades en resistencia que se levantan hastiadas de la militarización. Los países garantes, los gobiernos acompañantes y los amigos del continente y del mundo respaldan la vía del diálogo, la vía política.
La participación consciente de la ciudadanía tiene que expresarse en múltiples iniciativas y formas, en pronunciamientos, declaraciones, actos públicos, plantones, mítines, marchas callejeras, acciones culturales, conciertos, performances, recolección de firmas. Millones de veedores por la paz, como ha propuesto el Frente Amplio. Participación activa en el Encuentro por la Paz del 21 y 22 de julio. Presencia y compromiso unitario en la gran movilización de unidad por la paz con justicia social del 23 de julio por el cese al fuego bilateral ya, el desescalamiento de la guerra y el avance al fin de las hostilidades.
Partido Comunista Colombiano
Bogotá, junio 25 de 2015