Encuentro de unidad juvenil
El próximo 2 de agosto, jóvenes de distintas organizaciones sociales y políticas que hacen presencia en la ciudad de Bogotá realizarán un gran encuentro juvenil.
Los jóvenes no pueden ser ajenos a la solución del conflicto social y armado; víctimas de un estado de cosas en el que son vistos como un agente más dentro del gran mercado que provee salud, educación, diversión y entretenimiento solo a quienes tienen el dinero con que pagar esos servicios que deberían ser derechos.
Ante está realidad, los jóvenes bogotanos han planteado la organización del Encuentro de Unidad Juvenil por la Paz y los Derechos de las y los Jóvenes. Un evento que tendrá como centro del debate las propuestas sobre cómo construir y asentar el tema de la paz en las diferentes localidades que hacen parte del Distrito Capital.
Este encuentro que se desarrollará en el emblemático Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, busca que los jóvenes organizados logren construir una agenda común que permita el posicionamiento de los jóvenes como actores fundamentales en la formulación, sanción y ejecución de políticas públicas que vayan generando el ambiente para que la ciudad y el país se dirijan hacia el desarrollo y una plena democracia.
De ser concretado un acuerdo entre las partes en conflicto, incluyendo a las insurgencias del ELN y el EPL, serán los jóvenes y las futuras generaciones quienes más disfrutarán de dicho acuerdo. El sueño de un país en paz implicará mayor financiación para la provisión de la educación y salud en todos sus niveles, trabajo y vivienda digna, acceso a la tierra y repartición equitativa de la misma y transporte y recreación para todos, claro está que sin que para poder acceder a ellos medie el dinero que se posee en los bolsillos.
Los jóvenes son, entonces, quienes están llamados a darle forma a unos posibles acuerdos que pongan fin a la guerra. Por ello se requiere de su participación activa en la difusión y pedagogía de lo que significa para el país alcanzar la tan anhelada paz.
La paz requiere del respaldo de todos y cada uno de los colombianos que habitan este país, pero en los jóvenes recae el compromiso de que en el mediano y largo plazo, unos posibles acuerdos de paz puedan ser el motor de los cambios estructurales que se requieren para la edificación de una sociedad guiada por la justicia social y el humanismo.