Declaración política Primer Encuentro de la secretaria Nacional de derechos humanos de la Juventud R
Así como Simón Bolívar dio cimientos para la construcción de una América Latina unida y libre, como Juventud Rebelde en un nuevo escenario que deslumbra la paz y construcción social sigue recorriendo sus pasos y organizando el futuro de un sector juvenil amplio y democrático sobre la defensa de los derechos humanos que como pueblo se le ha sido arrebatado históricamente claro ejemplo la instauración de la política de seguridad nacional y el terrorismo de Estado, que obligo al pueblo a tomar las armas, pero que hoy nace la nueva esperanza de ver a los jóvenes asumiendo el compromiso de transformar las condiciones objetivas y estructurales de un país esperanzador.
Es por ello que los días 19 y 20 se realizo el primer encuentro nacional de la secretaria de derechos humanos en la ciudad de Barrancabermeja constituido por los delegados departamentales democráticamente elegidos, que a partir del debate y la participación, proponen debates teóricos y metodológicos buscando nutrir el plan de trabajo nacional y las banderas de lucha que recogen al sector juvenil.
Dentro de la dinámica amplia y real de cada territorio se concretaron debates importantes sobre la participación del joven en la defensa de sus derechos y como este deberá asumir una postura contra hegemónica y emancipadora hacia y con el pueblo Colombiano.
Buscando caracterizar la labor de la secretaria de derechos humanos se concluyo que esta debería ser de carácter:
- Ejecutivo
- Político-Social
- Formación
A su vez queriendo cumplir y materializar el sueño de jóvenes rebeldes comprometidos con el cambio social se plantea como focos de lucha y defensa de los derechos humanos:
1. Servicio Social para la paz pues no creemos ni reconocemos que la apuesta de los jóvenes sea la guerra, si no por el contrario nos comprometemos a la defensa de nuevas alternativas de servir a nuestro pueblo, a partir del trabajo comunitario y organizado de las bases populares.
2. Objetores por conciencia donde los jóvenes asumen y exigen su derecho a vivir en paz y tranquilidad, sin obligarle a servir a intereses extranjeros, vistiendo con sangre de nuestro pueblo las calles y montañas de esta patria grande.
3. Desmonte del ESMAD como mecanismo opresor y violento que niega el derecho a la protesta y la libre expresión de los jóvenes.
Por lo anterior el deber de los defensores de los Derechos Humanos no se limita a denunciar al estado y sus irregularidades, si no que trasciende la barrera coyuntural y propone un proyecto ético-político que blinda espacios democráticos y legítimos del pueblo Colombiano como lo es la Juventud Rebelde en la construcción de la Nueva Colombia.
Juventudes de Colombia. Somos el sueño de Bolívar despertando.
Secretaria Nacional de Derechos Humanos