¿"Normalización" de la vida nacional?
La Organización Conciencia Crítica se prepara para la paz.
Los días 13 y 14 de febrero, la Organización Conciencia Crítica desarrolló su primera Asamblea general, con miras a proyectar su trabajo organizativo en torno a los retos que emanan del proceso de diálogos entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP en La Habana, los cuales representan un escenario histórico para el país, donde los movimientos sociales deben cumplir un papel protagónico.
Se inició la jornada el día sábado con el desarrollo de una escuela-taller interna, en la cual se discutieron los borradores de los acuerdos existentes hasta el momento, problematizando el papel del Estado y los movimientos sociales frente a su implementación. En aras de complementar dichas reflexiones, se desarrolló junto con el semillero UTA- SYBIN de la facultad de Derecho de la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca el conversatorio titulado “Retos de los movimientos sociales para la normalización de la vida nacional”. De este escenario de discusión se concluyó que la “normalización” de la vida nacional se refiere a que baje la intensidad del conflicto armado, pero la apuesta es por aumentar la intensidad de los conflictos sociales para lograr las transformaciones que requiere el país.
El día siguiente, en horas de la mañana, se realizaron dos talleres, el primero sobre herramientas básicas de comunicación, con la intención de generar unas piezas comunicativas sobre la paz y exigiendo la libertad de los presos políticos. El segundo sobre modelo organizativo, en el cual se planteaban situaciones problema y se instaba a los compañeros a resolverlas en poco tiempo de acuerdo a los principios de Conciencia Crítica.
Posteriormente fueron construidas las conclusiones generales, en las cuales se plasmaron los retos y apuestas organizativas derivadas de la discusión de toda la jornada, generando como orientación el plan de trabajo en dos vías, la defensa de Bogotá y la pedagogía sobre los diálogos de paz, constituyendo así la ruta de acción para el 2016.
Finalizando se realizó un espacio de mística en el cual se reafirma que “como organización ponemos toda nuestra creatividad al servicio del pueblo, para que nuestros esfuerzos actuales y cotidianos contribuyan a la tarea de garantizar el cumplimiento de los acuerdos”.
Algunos de los elementos allí discutidos permitieron reconocer la necesidad de formación en aspectos que permitan generar opinión y divulgar la información de forma efectiva, atendiendo a un contexto mediático hegemónico que procura el fortalecimiento y mantenimiento del statu quo, los retos de los movimientos sociales en el escenario de paz, las coyunturas distritales como oportunidades para la exigibilidad de derechos, entre otros aspectos.