Educación Ambiental y Fortalecimiento del Tejido Social
Desde el año pasado, (2015) el Colectivo Siembra ha venido desarrollando su trabajo e incidencia en San Cristóbal, localidad cuarta de la ciudad de Bogotá y que corresponde al sur oriente de la ciudad; específicamente en el barrio "El Quindío" es donde el colectivo pretende generar organización y concienciación entre los habitantes y vecinos del barrio.
El Quindío
La historia de este barrio esta atravesada por la lucha popular desde la construcción de la primera casa y responde a la historia del país mismo, ya que la violencia política de mediados del siglo pasado obligó a miles de colombianos a migrar a los diferentes centros urbanos con el fin de salvaguardar la vida y proteger las familias que eran victimas de la persecución y que se conjugaba con la búsqueda de oportunidades económicas.
El proceso de construcción del barrio estuvo guiado por acciones espontaneas, pero también estuvo orientado por la Central Nacional Provivienda (Cenaprov), organización que ha liderado la lucha por la vivienda digna de miles de sin techo en toda Colombia. Gran coincidencia para el día de hoy cuando se escribe esta nota y se cumplen 4 años del fallecimiento del dirigente Mario Upegui Hurtado, nacido en el departamento del Quindío en la región cafetera colombiana -doble coincidencia- y que durante su vida se destacó como defensor del derecho a la vivienda y la vida digna siendo al mismo tiempo miembro fundador de Cenaprov. Cada ladrillo cimentado, cada poste de energía levantado, fue una conquista que muchas veces costaba los desmanes de la policía intentando devolver los esfuerzos de una comunidad que buscaba refugio, oportunidades y un nuevo comienzo en los cerros orientales de Bogotá. El barrio fue bautizado por los "colonizadores urbanos" que venían del departamento anteriormente mencionado; aunque también venían de otros departamentos como Tolima y Cundinamarca, donde la violencia política estaba desbordada. Hoy en día, algunos de sus habitantes (mujeres en especial) tienen la memoria viva, y su propósito es que el barrio recupere su identidad de luchadores sociales, de solidaridad y de una comunidad vibrante que aporta con su trabajo a la solución de sus problemáticas concretas.
El Quindío de cara a la Metrópoli
A pesar de su historia y su pasado de aguerrida lucha, El Quindío se ha insertado en la Bogotá del siglo XXI, ahora la mayoría de sus cuadras están pavimentadas y los servicios públicos están casi al 100% de su cobertura, posee una escuela primaria y sus empinadas cuadras dan cuenta de una comunidad obrera que se la rebusca para solucionar su día a día.
Está a casi 3.000 msnm y llegar al barrio requiere de paciencia (y buena pierna) dependiendo de que tan congestionada está la antigua vía al llano y la hora en la que se decide llegar a este rincón bogotano o a cualquiera de los barrios circunvecinos. El barrio posee las dificultades y problemáticas de un típico barrio popular: consumo de spa, delincuencia, lazos de solidaridad escasos, baja participación ciudadana... estas son algunas de las situaciones que fueron agudizadas (otras provocadas) por grupos paramilitares que hoy no hacen presencia, pero que entre sus cuadras se detecta un posible reingreso, lo cual estaría en sinfonía con los recientes hechos protagonizados por las mal llamadas "bandas criminales".
Antes de llegar al barrio y mientras se asciende por la localidad es posible ver como discurren por sus laderas decenas de quebradas que conforman la microcuenca del río Fucha y este a su vez tributa sus aguas al contaminado rio Bogotá.
Es sobre una de estas Quebradas (Quebrada Aguamonte o Zuque) que ha girado la acción política del Colectivo Siembra; los ejercicios han estado orientados al reconocimiento y la importancia que tienen estos cuerpos de agua para la localidad y la ciudad en su conjunto. Así pues, dos grandes ejes se han trabajado durante casi 8 meses: la intervención del cauce de la quebrada y la sensibilización a los habitantes del barrio.
El primer eje tiene como propósito la recuperación física de la quebrada materializada en brigadas de limpieza, en las cuales se retiran materiales y residuos que contaminan esta fuente de agua; también se procura retirar el retamo espinoso, el cual es un especie invasora, que deseca el suelo e impide que las especies endémicas recuperen su terreno.
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El eje dos, como se dijo busca la sensibilización de los habitantes del barrio quienes no encuentran alguna conexión ambiental con la quebrada y se encuentran disociados del sistema de sub-paramo que los rodea. Estos ejercicios se han llevado a cabo con diferentes estrategias como son los recorridos territoriales, los cine foros y la educación ambiental.
Estas jornadas en el barrio están enfocadas hacia el entendimiento de la ciudad como una totalidad que está actualmente atravesada por conflictos de varios ordenes, tanto ambientales, como sociales y económicos, etc. pero que deben ser leídos por la comunidades bajo la pregunta de ¿la ciudad para quién?.
La ciudad bajo el neoliberalismo (pura sangre)
En el actual (des)gobierno de Bogotá, diferentes organizaciones sociales se han trazado como objetivos la unidad y la articulación de los esfuerzos por lograr debatir e impedir que la ciudad y en especial los barrios periféricos se conviertan en lugares donde no exista el derecho a producir socialmente el espacio, o en otras palabras, a que las comunidades no puedan decidir sobre su ordenamiento territorial y se de paso a nuevos desplazamientos o revictimizaciones. Ejemplo de ello es el proyecto de la actual administración de construir un parque lineal sobre los cerros orientales de Bogotá que va desde Usaquén y finaliza en Usme, parque que a la postre podría configurar un ecocidio, antes que un espacio de recreación como suponen
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El Colectivo Siembra ha encontrado como diferentes organizaciones hacen presencia en la localidad y tienen propósitos similares como el de "sembrar" en la comunidad semillas de pensamiento critico que promuevan la defensa del territorio y los derechos humanos, así como el fortalecimiento del tejido social que no es mas que el empoderamiento de los habitantes sobre sus espacios vitales.
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