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Oposición diluida en “Toma de Caracas”, Chavismo impuso la PAZ

Ante los planes desestabilizadores ampliamente publicitados durante días por la derecha venezolana, el Gobierno Bolivariano logró poner al descubierto cada uno de los pasos que estos pretendían poner en marcha para reeditar un 11 abril de 2002, fecha en la que fue secuestrado el presidente Hugo Chávez, y luego recuperado por el accionar del pueblo y la Fuerza Armada.

La excusa perfecta para lograr esta movilización, fue la exigencia al Consejo Nacional Electoral (CNE) de una fecha inmediata para la realización del Referéndum Revocatorio en contra del presidente Nicolás Maduro; sin embargo, el órgano comicial el lunes 29 de agosto anunció que la recolección de firmas correspondientes al 20% del total de personas inscritas en el Registro Electoral Permanente, podrá realizarse entre el 20 y el 24 de octubre de este mismo año.


Aun así, la convocatoria a la “Toma de Caracas” por parte de los opositores no cambió de fecha. La marcha “pacífica” intentaría entrar a la capital del país para protestar.


Por su parte, el Gobierno Nacional desplegó operativos en toda Venezuela, logrando desarticular bandas paramilitares, una de ellas cercana al Palacio de Miraflores. También consiguieron a dirigentes opositores con armas, explosivos y drogas.


El chavismo convocó para ese mismo 1ro de septiembre, a tomar las calles para legitimar la paz que se sigue construyendo en Revolución desde la llegada de Hugo Chávez. También comunicaron una serie de actividades a realizar en Caracas y en todo el país hasta el 31 de diciembre de 2016.


Tres líneas: Ofensiva Integral Bolivariana


Este 1ro de septiembre tanto chavismo como la oposición, acudieron en gran cantidad a sus concentraciones. La primera se realizó en la emblemática avenida Bolívar ubicada en el centro de la ciudad. Desde las 7 de la mañana, las personas se fueron aglomerando en el lugar en medio de la alegría que caracteriza al pueblo venezolano. La segunda se realizó en el este de la Gran Caracas –adyacencias del Municipio Bolivariano Libertador-, lugar en donde se encuentran la mayoría de las urbanizaciones de clase media–alta de la ciudad y los municipios con alcaldes opositores.


Los organismos encargados de la seguridad ciudadana garantizaron el orden y la seguridad en ambas concentraciones. En otras movilizaciones opositoras, grupos de manifestantes arremetieron contra edificios de la Gran Misión Vivienda Venezuela, policías, ciudadano común y todo lo que se interpuso en su camino.

El presidente Nicolás Maduro hizo acto de presencia pasada la hora del mediodía. En su discurso, envió sus respetos a los opositores y opositoras que marcharon hoy para apoyar a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).


También anunció tres líneas para la Ofensiva Integral Bolivariana. En primer lugar, se establecerán debate para socializar las críticas y propuestas del pueblo venezolano, y así aplicar mejoras en la gestión.


En segundo lugar, se fortalecerá el poder popular en todas sus instancias organizativas, y en tercer lugar, la recuperación económica “a través de la ejecución eficiente de la Gran Misión Abastecimiento Soberano, los Consejos Locales de Abastecimiento y Producción, del fortalecimiento de la producción nacional. Debemos sustituir la economía rentista y acabar con las mafias distributivas y comercializadoras".


La violencia prometida


En la marcha opositora, el secretario general de la MUD, Jesús Torrealba, leyó un comunicado en el que establecía los pasos a seguir en los próximos días para obligar al CNE a adelantar el revocatorio para este 2016.


Esas acciones contemplaban un cacerolazo para el mismo jueves a las 8 de la noche y una nueva movilización el miércoles 7 hasta las sedes del CNE en cada entidad venezolana, y también a la sede principal ubicada en el centro de Caracas.


Tanto el escueto discurso de Torrealba como las acciones plasmadas en el manifiesto, molestaron enormemente a la multitud conservadora. A las 2 de la tarde, ya no había concentración.


Sin embargo, grupos violentos apostados en la plaza Altamira, Las Mercedes y en la autopista Francisco Fajardo, una de las vías principales de la ciudad, se armaron de capuchas, piedras, cocteles molotov, atacaron a las fuerzas policiales y prendieron fogatas en medio de la vía rápidamente.


Reclamaron a sus dirigentes su flojo discurso, pues ellos querían lo que les habían prometido: salir del gobierno de Maduro hoy mismo.


La red social Twitter fue testigo de la molestia opositora por no haber logrado la violencia prometida. En cuestión de minutos, la etiqueta #MalditaMUD fue tendencia mundial, acompañada con mensajes de odio hacia Jesús Torrealba y todos los dirigentes de este grupo político.


No bajar la guardia


Otro intento fallido de romper el hilo constitucional en Venezuela queda marcado en el registro histórico de la oposición, pero queda claro que seguirán procurando calentar las calles para no cumplir con los requisitos legales necesarios para llevar a cabo el tan ansiado, por ellos, Referéndum Revocatorio.

La guardia debe seguir alta. Este cambio de planes repentino busca desviar la mirada. El intento de golpe de Estado no cesará, "aún hay emboscadas por disipar", advirtió el presidente Maduro.

Noticiero Barrio Adentro
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