Fabricio Ojeda, ni héroe ni mártir: un revolucionario auténtico
Nace en la ciudad de Boconó, en el Estado Trujillo, el 6 de febrero de 1929 y es asesinado en Caracas el 21 de junio de 1966, en los calabozos del Sifa (Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas). En 1948 Fabricio llega a Caracas, desde Cabimas donde prestaba servicios como maestro en la escuela de la Creole Petroleum Corporation, una transnacional petrolera norteamericana. Luego se marcha a Maturín, ciudad en la que se residenció y comienza a trabajar con el gobierno regional. Allí nacen sus hijos: Thais, Alonso, Milagros, Marianella y Fabricio.
Desarrollo académico e intelectual
A los 17 años se inició en la actividad política, inscribiéndose en 1949 en el Partido Unión Republicana Democrática (URD). El 23 de agosto de 1952, a los 23 años de edad, es detenido en Maturín a manos de los órganos de inteligencia de la Seguridad
Nacional, que para el momento reprimían a los que planteaban cambios estructurales en la sociedad.
Se gradúa de maestro y luego Inicia sus estudios en la Universidad Central de Venezuela (UCV), para ser periodista, labor que ejerció un año más tarde en el diario El Nacional, donde cubrió la fuente de política en el Palacio de Miraflores. También trabajó en otros medios como La Calle y El Heraldo. Estudioso de la independencia de Cuba y admirador de la revolución cubana, escribió varios libros entre los que se encuentra Luchar hasta Vencer, la Guerra del Pueblo, Hacia la Conquista del Poder.
En el año 1957 comienza su militancia y organiza el movimiento civil de resistencia a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, en las filas de la Junta Patriótica, de la cual fue presidente.
Participación en el 23 de Enero de 1958 Tres días antes, el 20 de enero de 1958, ya se había producido el «pacto de Nueva York» [en presencia de Maurice Bergbaum, jefe de Asuntos Latinoamericanos del Departamento de Estado de los Estados Unidos del Norte de América] entre Rómulo Betancourt (de Acción Democrática), Rafael Caldera (del Comité de Organización Política Electoral Independiente) y Jóvito Villalba (de la Unión Republicana Democrática) Acuerdo reafirmado el 31 de octubre de 1958 en el «pacto de Punto Fijo» –nombre de la residencia de Rafael Caldera. En la madrugada del 23 de enero, pese a contar con el apoyo de un importante sector de las Fuerzas Armadas, Pérez Jiménez decide abandonar el Palacio de Miraflores y trasladarse al aeropuerto de La Carlota (situado en plena ciudad de Caracas), para tomar el avión que lo conduciría a la República Dominicana. Al conocerse la noticia del derrocamiento, el pueblo se lanzó a la calle, saqueando las casas de los adeptos al régimen; atacando la sede de la Seguridad Nacional y linchando a algunos funcionarios.
Fabricio Ojeda realizó entonces la primera alocución pública tras producirse el vacío de poder, por su formación social demócrata y la poca experiencia sobre decisiones trascendentales, llama a la tranquilidad patriótica: «Este no es el momento de la venganza.»
La impronta que dejó en el extinto Congreso Nacional En las elecciones generales de 1958, de las que resultó elegido presidente Rómulo Betancourt (1959-1964), fue elegido Fabricio Ojeda diputado de la URD, al Congreso Nacional, por el Distrito Federal. Se cumplió el pacto de Punto Fijo, el gabinete Betancourt lo formaron adecos, copeyanos y urredistas, y el tripartito se repartió entre su militancia cargos y gobernaciones… hasta que la URD se separa del pacto y El 30 de juniode 1962, Fabricio renuncia al Congreso también.Allí presenta una carta de renuncia, en la que muestra su crecimiento revolucionario e intelectual. Esta carta es una proclama, más que un documento y que quedará para que las nuevas generaciones de revolucionarios se alimenten de ese bagaje teórico. En ella hace una descripción social y económica del país, sobre sus convicciones como revolucionario y describe el comportamiento de una persona que está entregada al servicio a la humanidad.
Fabricio, el guerrillero, el Comandante “Roberto”
A finales de 1962 y luego de una serie de combates es detenido. Escapa de la Cárcel de Ciudad Trujillo donde resulta herido en un tobillo al saltar un muro.
Fabricio Ojeda fue uno de los fundadores de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional FALN, constituidas formalmente el 1º de enero de 1963 (al agruparse el Frente José Leonardo Chirinos –Douglas Bravo, Elías Manuitt Camero–, el Movimiento 2 de Junio –comandante Manuel Ponte Rodríguez, capitán Pedro Medina Silva–, la Unión Cívico Militar –teniente coronel Juan de Dios Moncada Vidal, comandante Manuel Azuaje–, el Movimiento 4 de Mayo –capitán Jesús Teodoro Molina, comandante Pedro Vargas Castellón– y el Comando Nacional de Guerrilla). En las guerrillas llegó a obtener el grado de comandante y presidió el Frente de Liberación Nacional FLN en el distrito Argimiro Gabaldón. Luego, se incorpora al Frente Guerrillero “José Antonio Páez” donde es nombrado su Primer Comandante. Desde esas montañas mantiene correspondencia con los guerrilleros Douglas Bravo y Argimiro Gabaldón Márquez donde vislumbran la posibilidad de reorganizar las FALN y crear un partido marxista-leninista ajeno al “revisionismo” y a la conciliación de clases que caracterizan al Partido Comunista de Venezuela (PCV). Inicia una labor de clarificación política y se dirige por escrito a Juan de Dios Moncada Vidal, Pedro Medina Silva, Teodoro Molina Villegas y a los restantes miembros del Cuartel General de las FALN. Entra en abierta polémica con el BP del PCV sosteniendo un intercambio de acusaciones con Guillermo García Ponce. En los primeros días de abril de 1966 junto a Douglas Bravo inicia la reorganización total de las FALN y la creación del Partido de la Revolución Venezolana (PRV) de línea marxista-leninista. El 21, 22 y 23 se realiza el histórico pleno de cuadros con asistencia de unas treinta personas representando a los cuadros civiles y militares radicales donde es nombrado Fabricio como Presidente del FLN-FALN con apoyo de los Frentes Guerrilleros, de las UTC urbanas y de los militantes consecuentes del PCV a consecuencia de esto se inician agudas discusiones entre el PCV y los disidentes.
Delación y asesinato
El día 17 de junio de 1966 sale publicado en el Vocero legal del PCV un comunicado indicando que Fabricio Ojeda y Douglas Bravo son “traidores” y se encontraban en Caracas. El 20 de junio de ese año 1966, Fabricio es detenido por el Servicio de Información de las Fuerzas Armadas (SIFA), junto a su compañera Anaya si Jiménez, en la casa de Mario Matute Bravo, en el
Sector de Playa Grande del Departamento Vargas, un ex perezjimenista, de quien era muy amigo. Personeros muy allegados al gobierno de Chávez, sabían del paradero de Fabricio. El día siguiente 21 de junio, Ojeda aparentemente se ahorca con ayuda de unas sábanas, en la celda del SIFA en Caracas.
En un libro escrito por Mery Sananes “Tiempos de Guerra”, menciona esta tesis de la delación en un poema “… miembros del partido, miembros de todas las policías del mundo estad alertas,fusil sigue siendo el nombre de Fabricio, un testimonio más duro que su muerte sobreviene”.
Y, quien fungiera como Jefe de Seguridad de Fabricio, el combatiente José Antonio Solórzano León, en su libro “La muerte de Fabricio Ojeda”, hace entrever esta hipótesis.
“La línea justa es… Luchar hasta vencer”