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La Batalla de Stalingrado y el fútbol para reconstruir una ciudad


2 de febrero se conmemora el 73° aniversario del final de la Batalla de Stalingrado, recordada por ser una de las más largas y cruentas en la historia de la humanidad. La importancia del triunfo del Ejército Soviético en el ámbito de la Gran Guerra Patria es fundamental ya que se considera como clave o el principio de la derrota final para los alemanes. Entre el 23 de agosto de 1942 y el 2 de febrero de 1943 tiene lugar dicho acontecimiento bélico y se desarrolló en lo que actualmente es la ciudad de Volgogrado, llamada Stalingrado para aquel entonces. El Glorioso Ejército Rojo se enfrenta durante todo este tiempo a la Wehrmacht y sus aliados de Eje, quienes pretendían concretar la invasión a la Unión Soviética y con ello tener posesión y dominio de prácticamente toda Europa y Eurasia. Las pérdidas humanas durante el tiempo que duró la batalla ascienden a los dos millones de personas entre militares de ambos bandos y civiles. El objetivo final de los alemanes al intentar apoderarse de esta zona radicaba en apoderarse de los pozos petroleros del Cáucaso, que en ese entonces representaban una fuente fundamental de abastecimiento. Entre ofensivas aéreas y terrestres los Alemanes lograron apoderarse la casi toda la ciudad, excepto de las zonas más cercanas al río Volga, donde un reducido número de soldados soviéticos estableció cercos que nunca pudieron ser derribados por los Alemanes. A finales de 1942 el ejército soviético logró asestar un primer golpe de autoridad a los alemanes, cuando ante la negativa de rendición ordenada por el mismo Hitler, los invasores caen en una contraofensiva de la que no lograrían recuperarse hasta que se rinden el 2 de febrero de 1943. Las consecuencias de la batalla eran evidentes y palpables, la ciudad queda en ruinas y sus pobladores debieron sufrir durante años las secuelas. La restauración de la ciudad tendría que ser una tarea ardua y constante, además de reconstruir casi en totalidad los edificios también sería necesario reconstruir la moral de sus pobladores. Una de las principales alternativas para tal fin tiene que ver con el futbol. El equipo de la ciudad había sido fundado en 1929 con el nombre de Traktorostroitel, en referencia a la fábrica de tractores que existió en el lugar y a lo largo de su historia ha cambiado en varias ocasiones de nombre, entre 1942 y 1943 el equipo era denominado Traktor y en la actualidad se hace llamar Rotor. Antes de iniciada la invasión alemana a Stalingrado, el Traktor avanzaba en la liga soviética con un buen paso, llegando a tener posiciones aceptables en la tabla general y contando en sus filas con jugadores destacados. El Comité de Defensa de la Ciudad buscó apoyo del NKVD para que Vasili Ermasov les ayudara a organizar un partido de futbol. Ermasov formó parte como militar de la defensa de la ciudad y además era el portero del Traktor antes de estallar la guerra. La tarea encomendada a Ermasov consistía en recuperar al equipo y al estadio de la localidad, así comenzó a rastrear a sus excompañeros de Club y también a los del otro equipo de la ciudad, El Dynamo. Algunos fueron encontrados en los frentes de batalla, otros habían sido enviados a campos de trabajo destinados a evitar que el sistema económico de la U.R.S.S colapsara debido a la guerra. Poco a poco los jugadores convocados fueron llegando a Stalingrado, entre ellos y los pobladores sobrevivientes comenzaron a limpiar el terreno donde había estado uno de los estadios del lugar, para poder desarrollar el encuentro. La algarabía creció en la ciudad luego de que se dio a conocer el equipo al que se enfrentarían, el Spartak de Moscu sería enviado desde el mismo Kremlin no solo a desempeñar una actividad futbolística, sino de compromiso con la política soviética. Así, el 2 de Mayo de 1943 en un derruido estadio se llevó a cabo el partido entre un club Dynamo, creado para la ocasión, y el Spartak de Moscú. Antes de iniciar el encuentro se le entrego a Vasili Ermasov la Orden de la Estrella Roja por su valioso aporte al deporte y la política soviética. El encuentro terminaría con una victoria para los locales, con un solitario gol al minuto 39 de juego. El episodio en recordado de manera frecuente en la actual Volgogrado, hacia el 2008 se conformó una selección que enfrento de nueva cuenta al Spatak a manera de conmemoración por el 65 aniversario de dicho encuentro. El actual descendiente del Traktor, el Rotor de Volgogrado también enfrentó al Spartak en el 2011 cuando se cumplieron 70 años del recordado partido…. Pero las huellas de la batalla se niegan a desaparecer en la historia de este equipo. En el año de 1962 se terminó de construir el nuevo estadio donde recibirían a sus rivales, fue denominado estadio Fidel Castro, con el tiempo el nombre cambio a Estadio Central de Volgogrado, mismo que se ubica en las cercanías a la Estatua de la Madre Patria. El estadio sufrirá cambios considerables con miras a la próxima Copa del Mundo en Rusia, de manera que gran parte de la estructura original tendrá que ser demolida, en el trascurso de la remoción de escombros, los obreros encargados del trabajo han localizado alrededor de 10 proyectiles activos que datan del periodo de la Gran Guerra y que no detonaron. Así, el Rotor de Volgogrado y las selecciones que disputen encuentros en ese estadio durante la Copa del Mundo, cada que juega un partido pisaran las huellas de la batalla bajo la mirada vigilante de la Madre Patria Soviética.


Noticiero Barrio Adentro
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