La comunidad de Nueva Jerusalén continúa exigiendo su derecho a una vivienda digna
Desde hace aproximadamente un mes, la comunidad del barrio de Nueva Jerusalén se organizó con el fin de evitar el desalojo de 175 familias, debido a que, según la administración, se encontraban en zona de alto riesgo. En un inicio la administración ofreció subsidiar a las familias desalojadas con un monto de 250 mil pesos mensuales durante tres meses; la comunidad no estuvo de acuerdo con esta propuesta, puesto que en el Valle de Aburrá los arriendos son más costosos y así mismo, exigían que el subsidio fuera permanente hasta haber sido reubicados en una vivienda propia como la que dejaban en el barrio.
A principios del mes de enero, el ESMAD comenzó a hacer presencia en las entradas del barrio e ingresó por primera vez el 12 del mismo, dejando diez heridos. A partir de este episodio la comunidad organizada de Nueva Jerusalén pidió reunirse con las administraciones de Medellín y Bello con el fin de exigir un subsidio permanente hasta que las familias fueran reubicadas. Tras no llegar a un acuerdo, el pasado16 de enero el ESMAD, junto con carabineros y soldados contraguerrilla ingresaron al barrio; a partir de ese día el desalojo ha sido constante.
Audiencia
Debido a la inconformidad de las familias desalojadas y de distintos colectivos de derechos humanos, el 31 de enero de realizó una audiencia de seguimiento del fallo de acción popular de Nueva Jerusalén, en la que se resolvieron algunos puntos fundamentales.
Se estipuló que ambos municipios, Bello y Medellín, tienen un plazo de dos años (hasta el 12 de enero de 2019) para dar una solución definitiva de vivienda a las familias; así mismo, el subsidio que se les venía dando a quienes fueron desalojados no será por tres meses, sino de manera indefinida hasta que sean reubicados definitivamente.
A pesar de esto, la comunidad continúa preocupada, puesto que aun no se ha desmentido por parte de la administración la idea de que más familias que viven en el barrio podrían ser desalojadas más adelante. La preocupación se debe, además, a que este no ha sido el único barrio de la periferia que ha sufrido un desalojo últimamente con la excusa de zona de alto riesgo; teniendo esto en cuenta, es importante saber que una parte de Nueva Jerusalén, además, se encuentra ubicada sobre una mina de arcilla.
Yuri, una de las afectadas por este desalojo, afirmó que el subsidio no es suficiente para pagar la totalidad del arriendo, pero que aún así continúa a la expectativa “si me incumplen con el arriendo, así me tumben la casa en Nueva Jerusalén yo vuelvo a subir y la construyo”.