"Rayo hasta la victoria"
El equipo de Vallecas cuenta con seguidores en mitad de la selva entre los miembros de las FARC
Uno se lleva diversas sorpresas, algunas de ellas tremendamente insospechadas, cuando indaga, comenta, opina o habla con personas que uno cree que tienen miles de historias cargadas sobre sus espaldas, mucho más si esa gente está, o ha estado, sumergida en la lucha armada.
En la visita al campamento armado que las FARC tienen en el municipio de Buenos Aires (Cauca), el comandante Samuel me dejó paralizado cuando me responde: "Soy hincha del Rayo Vallecano". Era una pregunta en busca de una respuesta típica de los aficionados que habitan fuera de España, en la que la mayoría se decantan por el Real Madrid o el Barcelona.
"Si puedes, pon que les envío un fuerte abrazo a los Bukaneros. Agradecería ese favor", me lo pide con sentimiento. Y explica de dónde le viene ese cariño por el equipo de la barriada madrileña. "Por ellos me aficioné a ese club y les agradezco desde este lado del mundo por tener siempre presente a las FARC en su ideología", expone.
Aunque su cara se transforma y abre los ojos de una manera increíble cuando le contamos el Caso Zozulya. Tras la exposición de los hechos, el comandante Samuel no esconde su apoyo a los Bukaneros y sus acciones: "¡Qué grandes! No lo sabía, eso reafirma aún más mi admiración hacia ese grupo. ¡Viva el Rayo hasta la victoria!".
Con esa sorpresa bajé al campamento La Recepción, en el que un servidor y Ramón Navarro somos los únicos huéspedes civiles de las FARC, y mientras me servía un tinto (café solo) y saludé a las personas allí presentes que no conocía. Estaba entre ellas el camarada Lucas. "Soy periodista de MARCA, ¿de qué equipo de España eres aficionado?", le pregunto. "Del Rayo Vallecano", me contesta y vuelvo a quedarme tieso.
Aunque su historia de identificación con el club vallecano llegó por medio de la cultura. "Me aficioné a ese club después de leer el libro Futbolistas de izquierdas (escrito por nuestro excompañero de MARCA Quique Peinado). Me gustó mucho", señala el guerrillero.
"El libro me lo regaló Enrique Santiago (Partido Comunista Español) cuando le conocí en La Habana en 2015. El político formaba parte como asesor jurídico sugerido por Chile y Noruega para la mesa negociadora para el tratado del punto cinco de las víctimas. Es el más complejo del acuerdo de paz. Desde ese instante, el Rayo forma parte de mi vida", explica el camarada Lucas.