Juan Cominges y un gol para Fidel El futbolista peruano que le dedicó un gol a Fidel Castro visita C
El 27 de noviembre, la siguiente imagen aparecía en la cuenta en Twitter del futbolista peruano Juan Cominges:
Había anotado un gol de penal y su dedicatoria al Comandante en Jefe recorrió las redes. Hoy, exactamente tres meses después, dialogó con periodistas, dirigentes y glorias del deporte en la sede del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP). “Desde que he llegado, he visto en muchos lugares la palabra revolución; también la he sentido entre la gente, la huelo entre ustedes”, expresó el centrocampista sudamericano. Insitió, además, en que las primeras revoluciones son personales, tienen que ver con uno mismo. “Una revolución personal pasa por ahí, por intentar sacar lo máximo de cada uno”. Al respecto, mencionó que hoy se cumplen diez años de haber sufrido una intervención quirúrgica en la columna vertebral que lo pudo sacar del fútbol profesional. “Para sobreponerme a ello me inspiré mucho en esta historia cubana, en la capacidad de pasar de la palabra a la acción, en el emprendimiento del Che Guevara, en todo lo que ustedes representan hoy”. Contó que el día en que anotó el gol, se jugaba el último partido del año. “Teníamos que ganar para intentar salir campeones, pero no dependíamos de nosotros mismos. Como era el último juego del torneo había mucha emoción, mucho nerviosismo. Tenía la sensación de que iba a hacer un gol. Tenía la seguridad de que iba a haber un penal“. Confesó haberse enterado muy temprano del fallecimiento de Fidel. Su hermana se lo informó en un mensaje en un mensaje de texto. “Me dolió y me puso más triste de lo que yo mismo hubiera imaginado. Mandé a comprar al utilero del equipo un crespón negro para usarlo en mi camiseta”. “Llegamos al estadio par de horas antes del juego. Como iba a ser un partido importante, en el vestuario nos habían dejado una camiseta con esta inscripción: ¿Qué hay de imposible para Dios? Yo que no soy muy creyente para estas cosas, le di vuelta y escribí esto.”, dice y muestra el pulover. Lo ayudó, según comenta, uno de los muchachos de la kinesiología que trabajan con el club. “Utilicé los plumones que se usan para las tácticas y me lo puse debajo de la camiseta para esperar el momento del gol. Cuando llegó, se lo mostré al estadio entero y fue mi reconocimiento a uno de los líderes más importantes de los últimos cien años, a quien agradezco enormemente lo que ha podido generar en mí“. Sobre lo que genera el fútbol, declaró que el negocio en este deporte se vuelve una competición de vida o muerte. Explicó que por esos motivos “hay más urgencias que esencia de juego, que talento en sí. En mi país o al menos en los países capitalistas, las urgencias hacen que no haya proyectos, que no se respete al ser humano que está detrás de ese futbolista, al sueño de ese niño que quiere llegar a serlo. Esas cosas hacen que si rindes eres bueno y en la victoria te crean virtudes que no tienes y, en la derrota, pasas a ser un miserable”. Por otra parte, dijo que se sentía impresionado por la competitividad de los atletas cubanos. “Ustedes pelean con las grandes potencias de igual a igual, con dignidad y mucho carácter, eso lo admiro mucho. Es una envidia sana. Quisiera que en mi país el deporte fuera tan valorado como aquí”.
En un aparte con la prensa, refirió que la rebeldía era un elemento primordial “para no dejarse imponer modelos o formas de pensar, para evitar el sometimiento. Fidel claramente ha sido un ejemplo de eso”. “Me volví coleccionista de libros de Fidel y el Che porque son fascinantes su historias. Mi familia comparte esta formación política y aunque ellos no conozcan tanto la figura de Fidel, también quieren una política de izquierda para nuestro país”, contó. Cerca del final, reflexionó sobre la importancia de este deporte como vía de relación entre el jugador y la sociedad: “el fútbol es una burbuja de la que es muy difícil salir, está mal. El futbolista debiera vincularse, involucrarse más a la realidad de su país”, sentenció. Cominges nació en 1983 en Callao, Perú. Ha jugado en equipos como el Universitario de Deportes, Sporting Cristal, Colón de Santa Fe, Estudiantes de la Plata, Caracas FC, Cienciano y otros. Fue internacional por su país en varias ocasiones.