Continúan los hostigamientos y abusos a líderes sociales en el Catatumbo
El 7 de marzo de 2017 el compañero Wilmer Téllez, dirigente, líder campesino y defensor de derechos humanos perteneciente a la Asociación Campesina del Catatumbo-ASCAMCAT, se movilizaba en una camioneta desde la ciudad de Cúcuta al municipio de Tibú (Norte de Santander) acompañado por un amigo, quien manejaba, a cumplir una reunión programada con el CICR y Anzorc a las 4:30 .pm. de este mismo día. En el camino se acercó a la oficina de Ñatubaiyibari a radicar una carta y en ese momento llegaron miembros del Ejército Nacional. Al salir de dicho sitio, Wilmer se enteró que los militares estaban haciendo un registro al carro en el que se movilizaba, levantando los cojines, sacando sus maletas y todo lo que en ellas había adentro, extralimitándose en sus deberes como miembros de las fuerzas armadas, pues la constitución política es muy clara al precisar C.N. Artículo 217. “La Nación tendrá para su defensa unas Fuerzas Militares permanentes constituidas por el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. Las Fuerzas Militares tendrán como finalidad primordial la defensa de la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y del orden constitucional”, funciones que en ningún momento son este tipo de requisas ilegales, ya que estas son competencia de la policía. Este procedimiento duró 20 minutos aproximadamente.
Unos minutos después llegaron miembros de la policía. Tanto ellos como ejército se encontraban en una actitud agresiva hacia el compañero y su acompañante, procediendo a realizar una nueva requisa, sin identificarse como es el deber constitucional de todo servidor público antes de iniciar dicho procedimiento. Frente a esta situación, Wilmer se identificó como defensor de derechos humanos, miembro de la Asociación Campesina del Catatumbo y manifestando que es víctima del conflicto armado, por lo que tendría que tener un trato especial y no se le dio.
Luego de preguntar quién estaba a cargo de ambas instituciones en este sitio, informaron que a cargo de la policía se encontraba un uniformado de apellido Girón y del Ejército el Sargento Hernández al momento de realizar ese operativo. Posteriormente, la policía solicitó los documentos. Una vez regresaron la cédula, el compañero pidió respeto y dijo que esa no era la manera correcta de hacer el procedimiento y se subió a la camioneta a lo que un policía respondió de forma grosera manifestando: “ah! ¿no le gustó? Coma mierda malparido”. Y otro uniformado agregó: “Ah! Nos va a denunciar”. Alertándose la comunidad ante esto, por lo cual se hicieron afuera de los negocios y taparon las vías con motos.
No es la primera vez que un miembro de la ASCAMCAT es víctima y objeto de malos procedimientos por parte de la fuerza pública, puesto que son constantes los hostigamientos por parte estos; es una situación que hoy se presenta con gravedad para defensores de derechos humanos, toda vez que están violentando nuestros derechos, extralimitándose en sus funciones. Por ello, hacemos un llamado a los altos mandos de fuerzas militares para que tomen las medidas necesarias y no se repitan estos hechos, igualmente a la Procuraduría General de la Nación a que inicie las investigaciones pertinentes en el incumplimiento de las funciones de estos servidores públicos.