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El voto como ejercicio de defensa frente a las multinacionales


imagen tomada: Anarkismo.net

El pueblo colombiano viene legitimando a través del voto popular su lucha contra el avance de las multinacionales en un contexto donde el Gobierno nacional desarrolla políticas públicas que facilitan y promueven el desarrollo de grandes proyectos minero – energéticos con graves e irreversibles consecuencias en el ecosistema.

El reciente caso en el Municipio Cajamarca, Tolima, es la segunda oportunidad en este 2017 donde a través de una consulta popular, el pueblo colombiano expresa su rotundo rechazo al ejercicio minero en el territorio. 6165 votos (97% del total) dijeron NO a la pregunta: ¿Está de acuerdo sí o no con que en el municipio de Cajamarca se ejecuten proyectos y actividades mineras?

Es la Anglo Gold Ashanti quien tiene intereses en las reservas de minerales ubicadas en tierras cajamarcunas y lamentablemente la posición del Estado colombiano una vez más es favorable a la multinacional. Recientemente Germán Arce, Ministro de Energía y Minas, manifestó que esta multinacional tiene los títulos mineros en orden; solo le haría falta la licencia ambiental que otorga la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) para poder explotar la riqueza aurífera y esto podría pasar por encima de la consulta que califica como una decisión política no retroactiva.

Durante el mes de febrero también hubo consulta popular en el Municipio Cabrera, Cundinamarca, en esa oportunidad 1465 votos le dijeron NO a la construcción de 14 microcentrales hidroeléctricas por la multinacional EMGESA-ENEL en el páramo de Sumapaz.

Las Zonas de Reserva Campesina (ZRC) fueron creadas en 1994 y son una respuesta organizativa que dieron los campesinos colombianos al tema de la disputa por la tierra para la ocupación y organización productiva. En el caso de Cundinamarca la ZRC La Cabrera jugó un papel crucial ya que mediante foros y encuentros analizaron junto a sectores sociales y sus asociaciones de productores, de bienes y servicios, mujeres, jóvenes, Juntas de Acción Comunal, sindicatos, colectivos académicos y otros, los impactos negativos que podía acarrear la construcción de las hidroeléctricas al páramo de Sumapaz, teniendo como resultado una contundente movilización y voto popular en rechazo al proyecto hidroeléctrico de la EMGESA-ENEL.

Con estos precedentes, ahora la ciudadanía de los municipios Pijao en Qundio, El Paujil en Caquetá y Marmato en Caldas, reclaman que se lleve a cabo una consulta popular y sean los pobladores quienes decidan si se realizan, o no, explotaciones mineras en esos territorios.

Resulta evidente la doble moral en el discurso del Gobierno colombiano cuando en organismos internacionales como la Organizaciones de Estado Americano (OEA) apoya ciertas agresiones emprendidas por Luis Almagro, en las que pretenden cuestionar el ejercicio de la democracia en Venezuela, y al mismo tiempo hace caso omiso a las votaciones populares en territorio colombiano que dicen un fuerte y claro NO a los proyectos minero – energéticos que comprometen los ecosistemas.

Por: Jhosy Coronado

Militante del Frente Cultural de Izquierda

@fcizquierda


Noticiero Barrio Adentro
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