Colombia: el país de la democracia y la libertad de expresión
Imagen: Paulgillman.com
En Colombia los medios masivos de comunicación diariamente bombardean de opinión a los televidentes con noticias acerca de la situación actual que vive la República Bolivariana de Venezuela, afirmando en sus titulares que se está vulnerando los derechos a la libertad de expresión, libertad de prensa y a la manifestación pacífica.
Lo paradójico es que estos medios desconocen la realidad que vive el pueblo colombiano o aun conociéndola omiten contar que aquí diariamente asesinan a un líder social, que el ESMAD como fuerza represiva apacigua de forma violenta las manifestaciones y la protesta social, además de asesinar a estudiantes, campesinos, indígenas y dirigentes sociales.
Por otro lado, la libertad de expresión la tiene todo aquel que se encuentra a favor del status quo y quienes se atreven a criticar o a desafiar el sistema son catalogados como revoltosos y hasta anti patriotas.
Un claro ejemplo de “libertad de expresión” en Colombia, el país que dice garantizar los derechos de sus ciudadanos, es el reciente caso del festival Rock al Parque, el más importante de Latinoamérica, que para su edición del año 2017 contaría con la participación de Paul Gillman, un ícono indiscutible del rock venezolano y del continente, pero que en las últimas horas el Instituto Distrital de las Artes de Bogotá (IDARTES) decidió retirar al cantante del cartel, debido a su cercanía a las ideas de Hugo Rafael Chávez Frías y a la revolución Bolivariana de Venezuela, esto con ayuda de Julio Correal gestor cultural y uno de los padres del festival quien demostró en redes sociales su odio y desprecio hacia Paul Gillman por su postura política.
Es así, como en el país del sagrado corazón vetan a los artistas por su ideología y convicción política, señalando a quien piensa diferente como un enemigo e irrespetando su pensamiento. ¡Pero ahí tienen su libertad de expresión!
Lo que resulta más trágico es que esta noticia no ha tenido gran trrascendencia, toda vez que los medios masivos de comunicación no la han presentado ante la opinión pública con gran fuerza como diariamente acostumbran a criticar lo que en otros países sucede, siempre con la doble moral y la falta de ética profesional.
Por tal motivo es necesario crear espacios propios y alternativos donde converjan diferentes expresiones y donde se tenga respeto a la ideología de los artistas, también para hacer frente a estos grandes festivales creados por la burguesía liberal y sectaria que en últimas manipula y aprovecha estos escenarios culturales a su antojo.