Una amistad que nació para oponerse al horror
Almagro y Defensores Unidos mantienen una fuerte amistad que supera los 30 años y que nació como parte de un reclamo contra la dictadura. Surgió desde las barras, pero se extendió a todos los hinchas y a las instituciones.
Abril de 1982. El tiempo más oscuro de la historia argentina. La violación de los Derechos Humanos ya salía a la luz con mayor claridad y empezaba una aventura descabellada enviando a la muerte a miles de chicos a las Islas Malvinas. El pueblo empezaba a animarse a manifestar públicamente su bronca y su repudio al Gobierno y las tribunas de las canchas de fútbol se erigían en escenarios de resistencia. De esta bronca popular nacería una amistad entre dos equipos, que se reforzaría mucho con el paseo de los años y que ya cumplió tres décadas.
El comienzo de esta fuerte amistad tuvo paradójicamente un inicio violento. El 10 de abril de 1982, Defensores Unidos de Zárate recibía a Almagro, por la novena fecha del torneo de Primera C. Los dos micros que transportaban a los seguidores del Tricolor de José Ingenieros tomaron un camino equivocado y desembocaron cerca del ingreso local; la barra brava de CADU los atacó a piedrazos para pasar enseguida a una pelea cuerpo a cuerpo. Pese a la inferioridad numérica, los visitantes aceptaron el combate, hasta que el líder de la barra de Defensores Unidos, en "reconocimiento", ordenó suspender el ataque. De las trompadas, los contendientes pasaron a los abrazos, y se comprometieron a cantar durante el partido contra el Gobierno Militar. Estaban en eso, a puro insulto contra el régimen, los hinchas de Defensores Unidos cuando se produjo una fuerte represión policial. Sin dudarlo la hinchada de Almagro salió rápidamente en su defensa y se armó una batahola de civiles versus uniformados. Ahí quedó sellada una sólida amistad que se intensificó con el paso de los años para sumar a los hinchas comunes y a los directivos de ambas instituciones. El resultado de ese partido fue una anécdota: ganó Defensores Unidos 2 a 0.
Contaba la desaparecida revista "Almagro de mi Vida" que "Pasaron casi cuatro meses para que las dos hinchadas se vieran las caras nuevamente. Fue el 21 de agosto de ese mismo año; esta vez, en la cancha de Almagro. La gente de Zárate fue recibida con honores en José Ingenieros y se los invitó a degustar un asado en el estadio. En el juego, también se impuso el Celeste, pero por 1 a 0. Y, al finalizar el match, la banda de Almagro escoltó en caravana a sus pares zarateños hasta la Avenida General Paz, formando así una amistad seria y comprometida que se fue pasando de generación en generación". Esa tarde se volvieron a entonar cánticos en contra del régimen militar, pero las autoridades que ya anunciaban su retirada debieron soportar las consignas antimilitares.
Esa misma publicación partidaria resaltaba que "es muy difícil ver en el mundo futbolístico de hoy, una amistad como la que demuestran actualmente con orgullo el CADU y Almagro. Es que, en la mayoría de los casos, se forjan amistades por algún rival en común y casi nunca se da por un sentimiento a base de aguante, como ocurrió en esta historia".
Poco tardaron los hinchas comunes de Almagro y de CADU y los directivos en hacer más amplia esa amistad. A tal punto llegó esta hermandad entre los clubes que en la temporada 2007-2008, cuando jugó en Primera D, el conjunto de Zárate utilizó como camiseta alternativa una con el diseño y los colores de Almagro y con el escudo de Defensores Unidos. A la presentación oficial concurrieron directivos de Almagro y recibieron una plaqueta. Es común que concurran los hinchas a alentarse mutuamente y cada vez que se enfrentan entre ellos es usual escuchar un canto alusivo, ideado por la hinchada de Defensores Unidos, que dice textualmente: "Almagro querido/ Almagro mi amigo/ te saluda Deeefensores Unidos/ cuantos años pasaron/ mirá como estamos/ más que amigos somos dos hermanos/ todo comenzo aquella tarde/ que saltamos por los pibes de Malvinas/ juntas las dos bandas se plantaron/ contra la yuta puta que reprimía".