El sometimiento económico de las cuencas hídricas de Colombia
Los resultados de la política económica del Gobierno de Juan Manuel Santos ha puesto de manifiesto la insostenibilidad del modelo económico. En el Plan Nacional de Desarrollo 2016-2019, la parte correspondiente al enfoque ambiental, es denominado “Crecimiento Verde”, y tiene como objetivo el desarrollo económico y social con características sostenibles.
Pero nada está más alejado de la realidad, ya que lo que ha demostrado el diagnóstico sobre las cuencas hídricas, es la destrucción den nuestros ecosistemas. Esta política ha generado un incremento de la explotación para extraer materias primas, el aumento de la frontera agrícola, la quema de bosques para la expansión de la ganadería, entre otros males, como la explotación de canteras y la minería a gran escala. Proyectos que perjudican también a las comunidades que habitan la cuencas.
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible tiene un programa llamado Plan de Ordenamiento y Manejo de Cuencas Hídricas (POMCA) que consiste en elaborar una investigación en donde se diagnostica las características medioambientales, recursos naturales, sociales, económicas de la cuenca hídrica, se investiga cuáles son los principales problemas y falencias, se generan proyectos para proteger la cuenca. En la realidad, el POMCA –que tiene principios muy loables- solo beneficia a las empresas, porque permite conocer de primera mano los distintos recursos naturales que se encuentran presentes en la cuenca, para así generar proyectos económicos de extracción y explotación. Un caso paradigmático, es la sequía que se generó en el Municipio de Paz de Ariporo, Departamento de Casanare -y que ocasiono la muerte de cientos de especies animales-, ocasionada por la explotación petrolera.
Ahora mismo en el país, hay decenas de consultorías ambientales realizando los documentos del POMCA para entregarle esa información al Ministerio de Ambiente y Desarrollo sostenible.
Diversidad biológica y cuencas hídricas
En Colombia existe una rica diversidad biológica. Compartimos con otros países de la región andina, la Amazonia, que es conocida mundialmente como el “pulmón del mundo”, porque genera varios millones de metros cúbicos de oxígeno. Nuestra riqueza natural se ve reflejada en las montañas, valles, bosques, selvas y cuencas, que generan distintas materias primas para el soporte social y económico de las personas.
Pero la riqueza biológica está más allá de generar solo materias primas, ayuda a controlar el clima evitando el aumento exagerado de las temperaturas, permite la reproducción de las especies, ayuda a nivelar el pH en el suelo y el agua para consumo humano.
Las cuencas hídricas tienen la cualidad de poseer gran parte de esta diversidad biológica. Los ríos de las cuencas desembocan en los grandes ríos que tiene Colombia. Y en los territorios de la cuenca se ubican cientos de comunidades, veredas, corregimientos y municipios, que dependen en gran parte de lo que la cuenca genera para la subsistencia.
Por ejemplo, la parte alta de la cuenca del rio Cravo Sur es fundamental para la producción agrícola y pecuaria en el departamento de Boyacá. Productores de papa, yuca, maíz, cebolla, utilizan las aguas del rio Cravo Sur para regar sus cultivos y permitir así que el fruto germine para comercializarlo en el departamento de Boyacá, Santander, Bogotá…
Defender las cuencas hídricas
La lucha por la defensa de la cuenca hídricas está más allá de solo ponerle freno a las locomotoras de la destrucción, implica proteger los recursos naturales para el futuro, y además pensar seriamente una forma alternativa de apropiación de la riqueza natural (relacionamiento con la naturaleza) para generar los bienes que necesita la humanidad.
La explotación exagerada de los recursos naturales beneficia a los grandes centros urbanos del capitalismo, como Londres, New York, Ciudad de México, donde el festín del consumismo está destruyendo nuestro planeta. La lucha por la defensa de la naturaleza, debe ir de la mano con la lucha contra el modelo capitalista de desarrollo y la creación de alternativas productivas que permitan que se generen bienes de uso para consumo humano.