El difícil camino de la Justicia especial para la paz
Son ya dos partidos los que han manifestado su intención de no apoyar los actos legislativos que llevarían a la promulgación de la Justicia Especial de Paz: Cambio Radical y Centro Democrático. Además, hay algunas personalidades de otros partidos que han manifestado su oposición a la JEP por considerar que no resuelve el problema de impunidad.
Pero ¿Qué plantea realmente la JEP? La JEP es un mecanismo jurídico que se ha sido construido en el marco de los Acuerdos de la Habana entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC-EP, para establecer sanciones a actores armados del Estado y la guerrilla, civiles y empresarios, que hayan estado involucrados en crímenes y delitos en el conflicto armado, político y social. Además, la JEP quiere que todos los involucrados “canten” la verdad de lo que hicieron para alentar la llama de la guerra y construir una versión del conflicto que permita conocer la veracidad de los acontecimientos, para incluso dar con el paradero de otros desaparecidos, conocer que sucedió durante ciertos episodios dolorosos, entre otro asuntos. La JEP será el mecanismo con el cual se establezca sanciones a culpables y se conozca la verdad del conflicto.
La JEP no solo tratara de judicializar –en el caso de que se hallan cometidos delitos graves, de lesa humanidad- a los excombatientes de las FARC-EP, sino que intentara ir más allá: buscando que miembros de la fuerza pública, funcionarios públicos y civiles se acojan a esta si han cometido algún delito. Esta premisa es fundamental, porque varios analistas han concluido que para alcanzar una paz estable y duradera se debe acoger en este mecanismo especial a todos los que hayan estado involucrados en el conflicto, incluso a los paramilitares que no tuvieron su versión de justicia transicional eficaz durante el llamado proceso de “Justicia y paz”.
Hace unas semanas el entonces coronel del ejército Rito Alejo del Río, acusado por la muerte de un líder social en el Choco, asumió su responsabilidad en el crimen y decidió acogerse a la JEP para decir la verdad. De esta manera, este coronel que fue un agente estatal y un convencido anti-subversivo, tendrá la posibilidad de tener una pena o sanción distinta que permita reparar a las víctimas y construir los cimientos de una paz completa.
La JEP se quiere garantizar la verdad, reconciliación, la no repetición. Por ello se hace fundamental que todos los actores se involucren en esta y decidan acogerla, porque se garantiza una paz eficaz y no se deja a nadie por fuera, así se impide los resentimientos y las revanchas que siempre han sido “materia prima” para encender la hoguera de la guerra.
Por esta razón, hay sectores políticos y empresariales que no les conviene que se conozca la verdad de lo que sucedió en el conflicto armado, porque sin duda muchos de los que han pasado impunes durante años los va a tocar la JEP, entre estos, desde luego, a muchos miembros del Centro Democrático y Cambio Radical. Ellos sienten que el martillo de la justicia les está rozando el pellejo. Muchos se niegan a acogerse a la JEP, porque durante todos estos años han pasado como víctimas del conflicto o como sujetos que nunca han tenido nada que ver con este. Es el caso del senador Álvaro Uribe Vélez que tiene más de 160 procesos en la fiscalía pro distintos delitos, pero que jamás ha aceptado ninguno de ellos.
En todo caso, la JEP permitirá dar un paso enorme para comenzar la construcción de una Colombia en paz y será el paso fundamental para reparar a las víctimas del conflicto.
