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Bogotá pobreza para todos


En el informe del 22 de marzo, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) publicó cifras sobre pobreza monetaria y pobreza multidimensional en Colombia para el año 2017. En sus boletines de prensa enfatizó en la disminución porcentual de los niveles de pobreza en el país. Sin embargo, sorprendió que en Bogotá las cifras no fueron tan favorables, ante lo cual Peñalosa declaró que se trataba de datos “estadísticamente insignificantes”.

¿Podrá quebrar la pobreza, por no exigir tanto como erradicarla, la clase que dirige los destinos de Colombia? Esta pregunta debe estar presente siempre que recibimos un nuevo reporte sobre el tema de la pobreza, sobre su mayor crecimiento o decrecimiento.

Acá un pequeño acercamiento a esta realidad

El Dane mide la pobreza monetaria y la pobreza monetaria extrema según el ingreso que tiene cada persona, evaluando su capacidad para adquirir los bienes y servicios básicos que requiere para sobrevivir. Quienes se consideran en condición de pobreza monetaria son aquellas personas cuyos ingresos únicamente les alcanza para adquirir los bienes y servicios básicos. Por otro lado, quienes se encuentran en condición de pobreza monetaria extrema son las personas a quienes el dinero que reciben mes a mes solo les alcanza para adquirir bienes alimenticios. En teoría, esta medición podría servir para tener una aproximación a la realidad.

Pero es aquí donde las estadísticas demuestran que no siempre sirven para reflejar las verdaderas condiciones de vida de las personas. El Dane consideró que para el 2017 bastaban $275.884 mensuales (¡!) para que una persona pudiera sobrevivir en Bogotá, de ahí que quienes percibieron mayores ingresos no fueran considerados en condición de pobreza. Esto, evidentemente, influye en el diseño de las políticas públicas enfocadas en la superación de la pobreza, ya que presenta una realidad que podría considerarse falsa, ¿acaso esa suma es suficiente para vivir dignamente en una de las ciudades más caras del país, con el sistema de transporte público más caro de Latinoamérica, en donde una persona debe gastarse mensualmente $110.400 en transportes?

Sigamos con el análisis. A pesar de que la media nacional muestra una disminución de 1.1 puntos en las medidas de pobreza monetaria y pobreza monetaria extrema, en ambos casos la situación de Bogotá fue opuesta, ya que como lo muestra la gráfica, en la capital los niveles de pobreza vienen en ascenso desde el 2014. Para el 2017 en la capital del país, 1.002.011 personas se encontraban en condición de pobreza monetaria y 193.937 en condición de pobreza extrema.

Frente a todo esto, las declaraciones del Alcalde son inquietantes, pues públicamente aseguró que el aumento del 0,8 por ciento en la pobreza monetaria es “por así decirlo, estadísticamente insignificante”. Se trata de 76.331 personas adicionales que en el 2017 obtuvieron ingresos mensuales menores a $275.884. ¿Realmente esta cantidad de personas son insignificantes?

Pobreza Multidimensional

Por otro lado, el índice de pobreza multidimensional, calculado según la cantidad de variables de insatisfacción existente en los hogares (analfabetismo, desempleo, inasistencia escolar, hacinamiento, etc.) arrojó que a nivel nacional 255.000 personas salieron de la pobreza, sin embargo en Bogotá la cifra nuevamente aumenta. En el siguiente gráfico puede observarse cómo el índice de pobreza multidimensional disminuye en la media nacional, mientras que en Bogotá va en aumento a partir del 2014.

Todo esto nos demuestra, una vez más, lo ya explicado, a propósito de este tema, por el profesor Jorge Iván González. El aumento de las cifras de pobreza puede deberse a las medidas macroeconómicas adoptadas en Colombia, que una vez más vuelcan su economía hacia la extracción de recursos, lo cual deja a la industria y al agro en muy malas condiciones. Sumado a esto, también está la devaluación del peso, que encarece los alimentos y desmejora la calidad de vida de las personas más pobres. Pero, además, la concentración de la riqueza, verdadero foco de la problemática en cuestión, realidad de nunca acabar en Colombia pues todas las políticas económicas la protegen y potencian, se suma a la falta de articulación de las medidas nacionales con las medidas regionales; todo esto lleva a que los avances en la lucha contra la pobreza sean simples paños de agua tibia, colocados sobre una herida que lesiona a profundiad el cuerpo social, tornándose en remedios que en apariencia curan pero en realidad nada remedian.

Ejemplo de ello es Bogotá, que una vez cambió de administración central vió reducida la inversión dirigida hacia las políticas sociales, lo que desencadenó un evidente aumento en los niveles de pobreza. Esto indica que las medidas tomadas en las administraciones anteriores, si bien tuvieron un efecto positivo en la vida de miles de personas, no solucionaron de fondo el problema de la pobreza. Pero, además, significa que de mantenerse vigente la actual política social proseguirá el incremento de la cantidad de personas en situación de empobrecimento, sin que eso sea motivo de preocupación para el actual burgomaestre.


Noticiero Barrio Adentro
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