¿Existe Autonomía En Las Aulas De La UCMC?
En la universidad Colegio Mayor de Cundinamarca, los estudiantes están en desacuerdo sobre las diferentes situaciones que se han venido presentando dentro de la institución y exigen democracia universitaria, puesto que existen inconformidades frente al estigma, dogmatismo y falta de autonomía al interior de la universidad, la cual hace parte de las 32 universidades públicas de Colombia.
Dado lo anterior, los alumnos salen a marchar y alegar por las causas que consagró la ley 30 de 1992 en relación a la autonomía universitaria. Pero ¿qué es esto? La universidad en el acuerdo 39 del 2013 establece la autonomía universitaria como: “Manifestación práctica de la voluntad personal y colectiva que en la educación superior, se evidencia al asumir libremente la responsabilidad y el compromiso con los procesos de enseñanza y aprendizaje, la investigación y el análisis crítico en pro de saberes, prácticas y acciones incluyentes”. Esta ley vista como un servicio afecta de manera directa a la educación pública.
Paralelamente, en la Universidad se presentan irregularidades frente a la autonomía por la poca (casi nula) participación universitaria dado que no existen espacios para la realización de eventos de tipo político, social y cultural, característicos de una universidad pública, ya que la administración de rectoría no genera ningún interés por la realización de dichas actividades.
Aparte de eso, en relación a sobrellevar la autonomía y democracia universitaria, existe persecución y hostigamiento a estudiantes que intentan cualquier tipo de activismo al interior de la institución, labor que es liderada por el jefe de seguridad Néstor Aristizabal, quien por medio del personal de seguridad privada ejecuta acciones para limitar las actividades estudiantiles anteriormente mencionadas.
Es por eso, que en la actualidad se han iniciado reformas al estatuto docente y estudiantil sin participación «amplia y poder de decisión de la comunidad educativa» limitando la decisión a pocas personas y con unos ejes de discusión que no responde a la realidad actual de la universidad, se debe agregar que se utiliza la socialización más no la participación al interior de la universidad.
Un ejemplo claro son las elecciones para el cargo de rector, donde existieron problemas de corrupción desde el posicionamiento del ex rector Carlos Alberto Corrales Medina ya que hubo tergiversación y manipulación de los órganos colegiados a su favor, además NO existe participación legítima y vinculante frente la elección democrática de rector por parte de la comunidad educativa, puesto que las elecciones que se realizan son meramente consultivas, además no existe ningún mecanismo de comunicación directo entre las directivas de la universidad, los miembros del concejo superior universitario y académico frente a la decisiones que se toman en la universidad.
Para concluir, hay que hacer énfasis a la poca participación que se le da a los estudiantes y docentes para el desarrollo de la autonomía en relación a su quehacer profesional, enfocado en las necesidades contextuales. Además, esto de alguna manera impide la construcción de una actitud crítica con un pensamiento dinámico frente al contexto social, político y económico que se vive en el país actualmente. Por ende, es necesario que la comunidad educativa tenga la posibilidad de ejercer la autonomía y democracia universitaria con un sentido de pertenencia que generé gestores para una construcción de paz en las aulas universitarias.
